mi cuarto...

hace semanas trabajo en un proyecto que para ser sincera, ha resultado toda una aventura, cambiar el uso y acondicionar un edificio de más de 60 años, que ha sido enfermizamente remodelado por sus usuarios, según fueron cambiando sus requerimientos funcionales y espaciales.
el resultado de aquel proceso de metástasis podría definirse como un laberinto, un digno escenario de una película de Hitchcok, y claro esta, ha sido objeto de los más profundos análisis de nuestro equipo y es que uno de sus usuarios trabaja con nosotros en el proceso de evaluación, y para nuestra sorpresa, sus propuestas son tan complicadas como el edificio en si.
un día, después de varias discusiones sobre los criterios que debíamos asumir, concluimos que el entorno de las personas no es mas que el reflejo del estado mental de cada quien y que lo entendiéramos o no, aquel caos era solo visible para nosotros, por ser extraños, pues para sus usuarios se había convertido en una forma de vida.
desde entonces miro mi cuarto con cierta preocupación, mi capacidad para acumular cosas inútiles solo se compara con mi habilidad para mimetizarlas y convivir con ellas encima, cada día, sin darme cuenta.
alguien me dijo una vez que ese atiborramiento de cosas era el reflejo típico de una persona con un mundo interior muy rico, pero comienzo a pensar que no es más que una muestra del desorden de ideas que se pasean por mi cabeza

…es hora de ordenar un poco