domingo, julio 17, 2005

un día para los niños...

era media mañana, el evento convocado para pasado media tarde estaba lejos de comenzar, más sin embargo, la multitud de personas, en especial niños, se amontonaba afuera desde el amanecer, llegado el momento se decidió abrir las puertas con anticipación por el calor inclemente, pero para nuestra sorpresa los padres empujaban a sus hijos contra las cercas, en un intento por acceder a las instalaciones a la fuerza. Los esfuerzos por mantener el orden fueron infructuosos y unos segundos después veía como mis compañeros intentaban sacar de la multitud a un niño operado, en silla de ruedas, atrapado entre el metal y la gente, la avalancha humana termino por abrir los portones y en medio del caos, el padre de la criatura lloraba y le pedía perdón a su hijo por llevarlo allí en ese estado, minutos más tarde aparece la madre del pequeño insultando a uno de los chicos que rescato a su hijo!!!, “culpándole por no haber abierto las puertas antes”.

supongo que la capacidad de reflexión sobre nuestros actos, marca la diferencia en la vida de cada quien…