pétalos de rosa

ella titubeó antes de cruzar la sala, aun se cuestionaba a si misma por haber de decidido volver a ese mundo… tras unos segundo de meditarlo, asumió su resolución con el aplomo que suele caracterizarla y al que le debe tantos apodos
cada paso retumbaba en un eco mudo y seco igual que el aire que la envolvía, esa gente le era extraña, esas historias le sonaban repetidas….observar las personas siempre ha sido su pasatiempo favorito, leerles una vida en detalles que pasan desapercibidos.
tras varios minutos de recorrido – ningún rey en la sala – fue su veredicto
muchos caballeros de armadura oxidada eso si – antiguos reyes con corazones destruidos, otros que por naturaleza así han vivido, que dejaron oxidar sus armaduras entregados al olvido de si mismos, ávidos de aventuras, imanes perfectos para “damiselas de diadema floja”
esa noche era igual a cualquier otra, otros los protagonistas pero de nuevo un libreto conocido
su estancia se había prolongado más de lo que ella hubiese pensado, se negaba a creer que no hubiese nadie en aquel sitio, el cielo amenazaba con seguir llorando y su curiosidad con seguir caminando senderos peligrosos por desconocidos
apresurada se dio media vuelta y con absoluto desprendimiento, corrió a la salida, encontrándose algo que no había previsto – pétalos de rosa – se dijo mirando el largo camino que antes había recorrido – un rey ha estado aquí y no lo he notado o es solo un caballero de armadura oxidada, que ha recordado un pasado diluido
pensó en regresar, pero era inútil….un caballero que lleve una mascara es porque ya no se siente rey o así lo ha elegido

Inspirado en una historia de Rosetta Forner